Pero no lo acepto. ¿Por qué aceptar que todo terminó? ¿Por qué aceptar que no habrá entre nosotros más nada? Que no volveremos a saludarnos todas las mañanas, que no habrá más pláticas interminables por la noche.
¿Por qué aceptar que no volverán los besos, las caricias, las ilusiones, esa forma tan loca de amar? ¿Por qué renunciar a tu olor, a escuchar tu voz y a tus obsesiones? ¿Por qué aceptar que ahora todo eso pertenece a alguien más?
No puedo, no quiero aceptarlo, me rompes el corazón y aun así sé que perdí…